Hoy os quiero enseñar un sitio diferente pero curioso situado en la zona de la desembocadura del Rio Miño, más concretamente al lado de la Praia de Camposancos en La Guardia. 

Este rincón especial debe su nombre a los antiguos castros, asentamientos fortificados que datan de la época celta. Al caminar por los senderos del piñeiral, no solo te encuentras rodeado de una naturaleza exuberante, sino que también sientes la presencia de la historia en cada paso. Las figuras celtas dibujadas en los árboles ofrecen una ventana al pasado, permitiéndote imaginar cómo era la vida hace miles de años. La gracia de este lugar es que los árboles tienen varios dibujos con temática celta, pero estos dibujos solo se pueden ver por completo desde un punto concreto del camino, haciendo que estos árboles se alineen entre si para formar un único dibujo. Las formas que podemos apreciar de esta manera van desde un triskel hasta un laberinto o un disco solar, todos ellos basados en los símbolos celtas de antaño. 

Además de su valor histórico, el Piñeiral Castrexo es un paraíso para los amantes de la naturaleza. El bosque, mayoritariamente de pinos y eucaliptos, se extiende en un manto verde que invita a desconectar del bullicio de la vida moderna. Los senderos están bien señalizados y son perfectos para caminatas de todos los niveles. Uno de los grandes atractivos de este lugar es la impresionante vista panorámica que se obtiene desde varios puntos del recorrido. Desde aquí, puedes contemplar la majestuosa desembocadura del río Miño, que marca la frontera natural entre España y Portugal. Es un espectáculo que no querrás perderte, especialmente al atardecer, cuando el sol se despide con una paleta de colores que tiñe el cielo y el mar.

Para los aficionados a la fotografía, el Piñeiral Castrexo es un verdadero tesoro. Las combinaciones de luz y sombra entre los árboles, las vistas del río y el océano, y los restos arqueológicos crean un escenario perfecto para capturar imágenes inolvidables. No olvides tu cámara, ¡cada rincón merece ser inmortalizado! Y después de una mañana explorando, La Guardia te espera con su deliciosa gastronomía. Aprovecha para disfrutar de los mariscos y pescados frescos en alguno de los restaurantes locales, acompañados de un buen vino albariño. Es el final perfecto para una jornada llena de descubrimientos y belleza.

En resumen, el Piñeiral Castrexo de La Guardia es un destino que lo tiene todo: historia, naturaleza y paisajes de ensueño. Ya sea que busques una escapada tranquila, una lección de historia o simplemente un lugar para perderte en la belleza de Galicia, este rincón de Pontevedra no te decepcionará. ¡No esperes más y ven a descubrirlo por ti mismo!

Os dejo además su ubicación exacta para que nadie le pierda la pista y todos podáis disfrutar de este fantástico lugar: